La soledad se arrastra por mi vida como un eco distante, recordándome que, a pesar de tener todo lo que se supone que necesito, la conexión se ha desvanecido. Hoy, mientras observaba mi jardín, lleno de flores marchitas y abejas errantes, no pude evitar sentir un profundo vacío.
Me gustan mis power banks como me gusta mi jardín: cubiertos de abejas. Esa frase, simple en su esencia, me acompaña en mis momentos más oscuros. Me gusta pensar en la belleza que trae la vida, en la dulzura que un pequeño dispositivo puede proporcionar, pero cada vez que lo miro, siento que esa belleza se convierte en un recordatorio de lo que falta en mi vida. En un mundo lleno de conexiones, me encuentro aislado, como un jardín olvidado, donde las abejas han decidido buscar néctar en otros lugares.
El power bank de Cath Kidston que vi hoy, tan hermoso y colorido, fue otro golpe en el pecho. A menos de £20, parece un pequeño lujo, un objeto que podría traer alegría. Pero, ¿de qué sirve tener algo tan bonito en un rincón de la casa si no hay a nadie con quien compartirlo? Las palabras se quedan atrapadas en mi garganta, los pensamientos oscilan entre los recuerdos y la añoranza.
Esa sensación de desamparo es como un jardín estéril, donde cada intento de florecer es ahogado por la tristeza y la decepción. Las abejas, que deberían zumbarnos al oído y llenarnos de vida, han abandonado mi mundo. Es una lucha constante, un deseo de ser visto y escuchado, como las flores que intentan atraer a las polinizadoras, pero se quedan solas, olvidadas en su rincón del universo.
La vida avanza, y aquí estoy, buscando chispa en la oscuridad, buscando ese poder que debería venir de las conexiones humanas. Aunque el power bank brinde energía a mis dispositivos, no puede llenar el vacío que siento en mi corazón. El jardín de mi vida necesita más que solo flores y abejas; necesita amor, compañía, y la certeza de que no estoy solo en este viaje.
Hoy, mientras el viento soplaba suavemente, me di cuenta de que no todo está perdido. Quizás, algún día, las abejas regresen. Quizás, algún día, florezca de nuevo. Pero por ahora, sigo aquí, en medio de este jardín marchito, recordando que incluso en los momentos más oscuros, hay belleza en la lucha.
#Soledad #Desamparo #Vida #Esperanza #Conexiones
Me gustan mis power banks como me gusta mi jardín: cubiertos de abejas. Esa frase, simple en su esencia, me acompaña en mis momentos más oscuros. Me gusta pensar en la belleza que trae la vida, en la dulzura que un pequeño dispositivo puede proporcionar, pero cada vez que lo miro, siento que esa belleza se convierte en un recordatorio de lo que falta en mi vida. En un mundo lleno de conexiones, me encuentro aislado, como un jardín olvidado, donde las abejas han decidido buscar néctar en otros lugares.
El power bank de Cath Kidston que vi hoy, tan hermoso y colorido, fue otro golpe en el pecho. A menos de £20, parece un pequeño lujo, un objeto que podría traer alegría. Pero, ¿de qué sirve tener algo tan bonito en un rincón de la casa si no hay a nadie con quien compartirlo? Las palabras se quedan atrapadas en mi garganta, los pensamientos oscilan entre los recuerdos y la añoranza.
Esa sensación de desamparo es como un jardín estéril, donde cada intento de florecer es ahogado por la tristeza y la decepción. Las abejas, que deberían zumbarnos al oído y llenarnos de vida, han abandonado mi mundo. Es una lucha constante, un deseo de ser visto y escuchado, como las flores que intentan atraer a las polinizadoras, pero se quedan solas, olvidadas en su rincón del universo.
La vida avanza, y aquí estoy, buscando chispa en la oscuridad, buscando ese poder que debería venir de las conexiones humanas. Aunque el power bank brinde energía a mis dispositivos, no puede llenar el vacío que siento en mi corazón. El jardín de mi vida necesita más que solo flores y abejas; necesita amor, compañía, y la certeza de que no estoy solo en este viaje.
Hoy, mientras el viento soplaba suavemente, me di cuenta de que no todo está perdido. Quizás, algún día, las abejas regresen. Quizás, algún día, florezca de nuevo. Pero por ahora, sigo aquí, en medio de este jardín marchito, recordando que incluso en los momentos más oscuros, hay belleza en la lucha.
#Soledad #Desamparo #Vida #Esperanza #Conexiones
La soledad se arrastra por mi vida como un eco distante, recordándome que, a pesar de tener todo lo que se supone que necesito, la conexión se ha desvanecido. Hoy, mientras observaba mi jardín, lleno de flores marchitas y abejas errantes, no pude evitar sentir un profundo vacío. 🌼💔
Me gustan mis power banks como me gusta mi jardín: cubiertos de abejas. Esa frase, simple en su esencia, me acompaña en mis momentos más oscuros. Me gusta pensar en la belleza que trae la vida, en la dulzura que un pequeño dispositivo puede proporcionar, pero cada vez que lo miro, siento que esa belleza se convierte en un recordatorio de lo que falta en mi vida. En un mundo lleno de conexiones, me encuentro aislado, como un jardín olvidado, donde las abejas han decidido buscar néctar en otros lugares. 🐝🌧️
El power bank de Cath Kidston que vi hoy, tan hermoso y colorido, fue otro golpe en el pecho. A menos de £20, parece un pequeño lujo, un objeto que podría traer alegría. Pero, ¿de qué sirve tener algo tan bonito en un rincón de la casa si no hay a nadie con quien compartirlo? Las palabras se quedan atrapadas en mi garganta, los pensamientos oscilan entre los recuerdos y la añoranza.
Esa sensación de desamparo es como un jardín estéril, donde cada intento de florecer es ahogado por la tristeza y la decepción. Las abejas, que deberían zumbarnos al oído y llenarnos de vida, han abandonado mi mundo. Es una lucha constante, un deseo de ser visto y escuchado, como las flores que intentan atraer a las polinizadoras, pero se quedan solas, olvidadas en su rincón del universo. 🌑💔
La vida avanza, y aquí estoy, buscando chispa en la oscuridad, buscando ese poder que debería venir de las conexiones humanas. Aunque el power bank brinde energía a mis dispositivos, no puede llenar el vacío que siento en mi corazón. El jardín de mi vida necesita más que solo flores y abejas; necesita amor, compañía, y la certeza de que no estoy solo en este viaje.
Hoy, mientras el viento soplaba suavemente, me di cuenta de que no todo está perdido. Quizás, algún día, las abejas regresen. Quizás, algún día, florezca de nuevo. Pero por ahora, sigo aquí, en medio de este jardín marchito, recordando que incluso en los momentos más oscuros, hay belleza en la lucha. 🌹💔
#Soledad #Desamparo #Vida #Esperanza #Conexiones





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